México es el país con la mayor tasa de obesidad del mundo pero la pobreza es aun mayor que la misma obesidad.
Tacos de longaniza, de bistek, de canasta, de sudado, gorditas de chicharrón... El menú de la calle es variado y grasiento.
Recientemente, un relator de la Organización de Naciones Unidas, (ONU), ha avisado que México vive una epidemia preocupante que se tiene que atender como una emergencia, ya que siete de cada 10 adultos pesa bastante más de lo que debiera.
Hay miles de mexicanos que pueblan las calles del DF con una oferta inabarcable e inacabable de comida, el 'fast food' mexicano que coloca taburete con taburete al ejecutivo encorbatado y al obrero. Y su imagen es la prueba de que en México se puede comer a cualquier hora y por menos de un dólar.
Y por menos de un dólar que le puedes pedir a la vida y aun mas a la comida…ciertamente que sea de la mejor calidad no!
Así que frituras a la salida del metro, junto a alcantarillas y grandes cubos de basura. La mayoría de estos puestos callejeros incumplen normas mínimas de salubridad, pero aun así para muchas de las familias mexicanas que viven al día con el salario mínimo (59,82 pesos, cuatro euros) y se pasan el día fuera de casa, los puestos de la calle son la única opción para llenar el estómago antes de regresar a su hogar.
Así que la obesidad mexicana dejara de ser un problema igual de importante que la pobreza que afecta a mucho más de la mitad de su población.
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