sábado, 26 de septiembre de 2009

La obesidad crece pese a que la población hace más ejercicio.

El aumento es mayor entre los hombres que entre las mujeres, de modo que ellos las han alcanzado en el nivel de problemas de peso, que hace 14 años era más habitual entre el sector femenino.
Desde Sanidad se recuerda que la obesidad supone un riesgo emergente para la salud pública y está directamente relacionada con la alimentación, aspecto éste en el que se han dado todas las señales de alarma si nos atenemos especialmente, al segmento infantil.
Como ya se ha comentado con anterioridad, hay muchos aspectos a tener en cuenta en el fenómeno de la obesidad, que están entroncados en condicionantes sociales. De este modo y resumiendo, según señala la Encuesta Nacional de Salud, la obesidad entre las mujeres andaluzas es mayor en la clase social menos aventajada, entre las que no trabajan y en las que cuentan con un menor nivel de estudios y renta. En cuanto a los hombres, la obesidad es mayor entre los que no trabajan, que asimismo, cuentan con un más bajo nivel de estudios y de renta y viven preferentemente, en municipios rurales. En los varones, un incremento del 10% en el peso provoca un aumento de un 30% en el riesgo coronario. La obesidad se asocia a un aumento de la concentración del colesterol y de triglicéridos. Aparte, la diabetes es dos veces más frecuente en los pacientes con obesidad ligera y hasta 10 veces más en aquellos con obesidad severa, la prevalencia de hipertensión arterial es superior al doble que en los individuos con peso normal. 

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